El cáncer sigue siendo una amenaza creciente para la salud femenina en México, con tasas de mortalidad que reflejan desigualdades regionales significativas.
La detección temprana salva vidas, pero persisten barreras críticas como diagnósticos tardíos (75% en cáncer de mama) y acceso limitado a pruebas de tamizaje.
Invertir en prevención, educación y cobertura médica universal es urgente y necesario para reducir la mortalidad en un 30% para 2030.
La detección temprana puede aumentar la supervivencia al cáncer de mama hasta un 95%
Las soluciones existen y son accesibles cuando se actúa a tiempo mediante políticas públicas focalizadas y mayor conciencia social.